martes, 17 de julio de 2007

EL PAGANO


Después de lo del intelectual, no me habló durante más de una semana. Yo trataba de colarme y na’ po’. Tenía una fuerza, como si toda la repre se le hubiera agolpado en los de’os o en la cabeza, no pude colarme ni una vez. La única que salía perdiendo era ella, porque los bodrios que escribe son de vómito. Pero…me dio pena la hueona, porque…andaba rara y no dormía bien. Hasta que cache la movi’a. Era la pelea entre ella y su súper yo. Esa huevona si que es dura. A veces, yo la usaba para bajarle la autoestima, pero después cache que mejor no, porque es mas traicionera y termina agarrándola con una también. Y claro, como la grandota no puede conmigo, la estaba castigando con furia por la cachita con el profe. Lo que más lata me daba, es que ella sabía que yo la había noqueado y, que no tenía na que ver en esa cachita, pero…le daba todo el día. Fue tanto, que hasta me enteré yo. Era como esas peleas de las familias del departamento de al lado…no se dan cuenta que gritan tanto que al final se entera todo el condominio. Así que hice causa común con la tontona, porque claro con un súper yo así nadie puede andar por la vida y, menos aun, tirándose a un perfecto desconocido. Un día que le había empezado a dar guaraca, le paré los carros, y como no se quiso callar y ya estaba que la metía en la depre, me chorie. Le mande “El” grito, pero claro, la otra es tan fuerte que sus gritos se escuchaban más que los míos; la pobre sin poder concentrarse ni siquiera pa’ lo que tenía que hacer, así que utilice su técnica…la de la psicológica…,“esto no es mió, estas palabras no me pertenecen…ahora yo soy otra…”. Y saben, luego de un rato me resultó, y la galla esta, agarró papa y empezó a repetir conmigo, y dos contra una…la mandamos a la punta del cerro, y…luego de un rato estábamos tan felices, que hasta cariño le hice. La dejé escribir uno de esos poemas cursis, que como dice mi amigo, están pa’l psiquiatra, pero…a ella, tan romántica le gustan tanto. Me porte bien todo el día, sin joderla, sentadita en mi rincón sin reclamar nada. De repente me acercaba a hacerle cariñito en la cabeza, porque igual me costaba tanto entender que una cachita causara tanto escándalo, si al fin y al cabo la habíamos gozado todas…yo la había proporcionado no más. Es lo mismo que cuando nos comemos un helado, claro, son unos gramos más…pero al final lo gozamos to’as. Y…la verdad es que el minito estaba riquito y…puro quería no más, pa’ que una va a desperdiciar semejante mercancía…así, tranqui la tenía, hasta que me quede dormi’a, de puro aburrida que estaba. A veces, he de confesarlo, la jodo de pura parque’a, pero… ahora estábamos de amigas, así que…me dormí…

Me desperté debajo de la ducha, no entendía nada, ¿había dormido tanto?, si eran como las tres de la tarde cuando…mire por la ventana del baño y cache que estaba de noche…me entre a preocupar, pero…no. La perla estaba hasta de buen humor, se estaba cantando una de esas canciones viejas que tanto le gustan, y… se veía tan contenta que hasta el coro le hice…La otra escondi’a atrás, aguaitando que pasaba, porque…esa es más traicionera y salta como liebre de repente…además estaba pica’ la loca, porque nos habíamos amiga’o con ésta. Así que entre que le hacia el coro…vigilaba a la otra, que estaba mas caliente de vernos bien, así…estábamos en la ducha…“está noche cambiara mi vida porque esta noche, porque esta noche, apareci’o el que yo esperaba, apareci’o, apareci’o, me ha mirado con sus ojos tiernos…”

Casi me caigo de culo, cuando empezó a sacar del closet, esa ropa que había comprado yo y que siempre se hace la difícil para ponérsela…yo la miraba entre con ternura, asombro y apoyo. Y con el frío que hacía esa noche en valpo, la mina se chanto un escote de miedo, que, entre paréntesis, nos quedan regios, pero que la ahue’ona no se atreve a ponerse porque “qué van a pensar”. Partió radiante, contenta y hasta aceptó sin chistar, cuando antes de salir le ofrecí un porrito. Así nos largamos por las calles de valpo, yo iba diciéndome “esta noche es fiesta”, y ni quise ni molestar sus pensamientos cuando tomo rumbo pa’ la plaza Sotomayor. Pa’ que le iba a preguntar pa’ donde iba, en una de esas se me arrepentía y al final cualquier lugar es bueno pa’ cazar…a veces es buena onda la chica esta.

Y llegó al Pagano, cuando había despotricado siempre contra El Pagano, claro la agila no había esta’o nunca, ni siquiera me dejaba convencerla…pero ahí estábamos…tomándonos un agua mineral en la barra del pagano, con un buen escote, un buen porro en el cuerpo y amigas como nunca, era pa´brindar por nosotras…yo le juré, como esos amantes arrepenti’os, que no la iba a joder más…y ella, hasta me prometió que me iba a dejar salir a cazar…y en eso estábamos, amándonos, acariciándonos, cuando la niña se me desconectó…sus ojitos se fueron tras un morenazo, que no estaba nada de mal…pero era casi un niño, y…ahí cache, la que iba a cazar esa noche no era yo…

Claro ustedes saben, a mi no me gustan los cabros chicos…pa’ mi están bien esos que pintan canas, como el profe…pero acá una no encuentra…y si encuentra son de esos que andan tras cabras chicas. Ahí me pegue la cacha que ésta andaba en la misma, así que trate de no pensar que los viejos que se meten con cabras es para puro subirse el ego, porque si esta noche nos encamábamos, iba a ser con un chico, y hasta ahí no más iba a quedar por habla’ora…y bueno la agarre por el lado positivo…no está mal subirse el ego de vez en cuando…y como a ésta le gusta enseñar…bueno…la haríamos de profe.

El mocetoncito estaba regüeno, no vamos a negar que tenga buen gusto la loca. Sí te dolían los dientes de puro mirarlo. Además, con esos blujincitos que usan los niñitos ahora en que el culito se les ve paraito y…pa’ que decir como se les marca la herramienta. Yo igual entré a entusiasmarme. “Pasto fresco, no esta mal de vez en cuando.” La observaba, quería cachar cómo iba hacer ésta pa’ engrupirce al minito o si iba a terminar pidiendo agüita pa’ este sector. Y na’ po’, agarro el vaso, se tomo un trago largo…de agua mineral…se acomodó su pelito, arregló el escote y…caminó como una reina pa’ onde estaba el guachon con su humanidad en vitrina. Sin mirarlo, totalmente despreciativa, como si no lo hubiera visto…comenzó a bailar. Ahí, igual le preste ropita. Y el loquito no se aguantó, empezó a moverse y acercarse, hasta que de un dos por tres estaba bailando con nosotras, y ella no pescaba…yo me alejé un poco pa’ mirar la escena…porque…claro…una es más directa…yo…me lo hubiera agarrado de una…pero la mina se hacia como si na’ y el loco estaba pero puro queriendo.
Al segundo disco, el mino le agarro la cintura y comenzó a moverse al ritmo de ella. Estaba atrapado. Claro, no vamos a decir que cazar a un mino sea… difícil…no. En realidad no hay que ser ni muy zorra…pero es diferente cazar a la directa, que las triquiñuelas de esta mina…

Al otro día ni les cuento el dolor de cabeza…la loca no fue capaz de levantarse antes de medio día…estaba radiante…y era que no, si el potrito puta que tenía fuerza, hubo que domarlo un poco, pero es buena profe la mina…cuando se fue pal baño aproveche de conversarle…

-Quedaste loquita ayer…¿cómo estabas?...no queris ni acordarte…ya po…saborea el recuerdo…si no te saco pa puro hueviar no más po…no vis que la huea hay que escribirla…hay que tener material…vivir la experiencia…claro…si nosotras sabemos que lo hacemos pa’ ponerle color a los cuentos, ya…poh cuenta, cómo estaba…te gusto el olorcito a machito…

Y se fue pal compu, puso ese Chopin que le gusta tanto y de ahí me paso el teclado pa’ que le diera duro…le hubieran visto la sonrisa que tenía mientras escribía…

Te dejó loca el olor del mino, ¿habiai pensado en tirarte un proleta?…y este estaba durito, con la piel morenaza…cómo te dejo el olorcito cuando se acerco por atrás, te fuiste de una…¿te acordai como lo hizo?. Claro, vos…estabai haciéndote la de las chacras, pa’ variar habiai calentado la tetera y no queriai tomarte el mate, pero…no, estabas jugando…yo…estaba que te aforraba, haciéndose la difícil la perla, capaz que el potrito se nos va con otra…hueviaste harto…pero el loquis quedo fi-le-te.

Te acordai cuando estabai bailando reggeton, ¿cuándo habiai baila’o reggeton vos…? “lo que paso, paso entre tú y yo”…y moviai las caderas como Lola de quince, y…ahí no más fue cuando el minito te tomo de la cintura, rozándote el culito…¿cómo te mojaste? y…sin decir agua va…te tiro pa’ su pechito y te chanto menso calugaso…y…vos corriendo la cara…la asopa. Te echaste pa’ tras, ahí no más yo pensé “éste se nos va”…justito termino la canción y vos te fuiste pa la barra…pa’ ya llegó el guapeton, te apuntaló por detroi…¿cómo estuvo?...lo sentiste durito…quedamos locas…tan locas que te pediste un pisco de 40, sólo…y a la vena…

A esas alturas el loquito te agarraba todo, y daba unos chupetones de miedo…y vos ya no te resistiai…te tenía apretadita entre la barra y su cuerpo durito…la verdad es que tenis razón que estaba mas riquito que el profe…pero es diferente la mercancía po…no se puede comparar…los potros jóvenes son más briosos…

Yo pensé que te lo ibai a traer pa’ la casa…pero no…te lo comiste ahí mismo…la verdad…es que…igual era bien calentona la situación…así como clandesta…no voy a negar que me gusto y me sorprendió…sobre todo cuando te vi, con la patita, arriba de las cajas de cerveza…

JULIO 6 DEL 2007-